sábado, 23 de noviembre de 2013

VISITA AL MUSEO SOUMAYA


Tuve la oportunidad de recorrer este museo y visitar la sala de una de mis corrientes artísticas favoritas, el impresionismo, donde nada esta completamente definido sino la primera impresión es lo que cuenta y los artistas transforman esta primer mirada en grandes obras de arte, en donde lo pictórico es lo más valioso.
En la sala cuatro pude observar obras de grandes artistas como: Monet, Pissarro, Renoir, Degas, Van Gogh y Toulouse-Lautrec. La explosión de color de los fauvistas, Georges Rouault, Raoul Dufy, Maurice de Vlaminck y Gauguin, las vanguardias de la obra de Picasso, la pintura metafísica de Chirico, y los surrealistas Max Ernst, Salvador Dalí y Joan Miró, un artista inclasificable quien tiene formas “infantiles”, que llevan a la abstracción. (1)
Además de tener una mirada más extensa a el impacto de esta corriente en nuestro país, retratada por artistas como Francisco Romano Guillermín y Joaquín Clausell, este último fue alumno de Claude Monet en París, vivió y decoró un estudio en el Palacio de los condes de Santiago de Calimaya (hoy Museo de la Ciudad de México), un espacio abierto donde los colores brillantes y la espontaneidad de las pinceladas reflejan los más hermosos paisajes de nuestra ciudad.
Una obra que me gusto mucho fue “Desnudo extendido” de Henri Lebasque, un óleo sobre lienzo retratado por este artista post-impresionista en 1923, que refleja una mujer completamente desnuda llena de sensualidad y erotismo, bajo una luz natural, rodeada de flores y telas que parecen apenas tocarla. Hay una ventana y un paisaje abierto completamente, lo que refleja una escena completamente íntima pero a su vez con la esperanza que haya un público. La expresión de esta mujer es un poco pícara y enojada, como si estuviera esperando algo o a alguien. Los colores pasteles, en especial la presencia de rosa y morada, le quieren dar un toque más inocente al retrato aunque se trate de una escena llena de pudor.
Otra que me impactó mucho fue “Marina” de Diego Rivera, este reconocido artista mexicano retomó el impresionismo en su último año de vida en (1956) y retrató la vista de Acapulco desde la casa de Dolores Olmedo Patiño, su amiga y mecenas. En esta obra refleja el hermoso mar de Acapulco, con una gama de colores pasteles. Yo creo que Diego estaba reflejando su paz interna, el final de una vida llena de altibajos, de éxitos, de dificultas, de retos, estaba dejando atrás los simbolismos y pintando el refleja de algo sencillo y simple, una vista panorámica al mar. Transmitiendo un sentimiento que este artista tenía o quería tener de tranquilidad y paz.
Por otro lado en el ultimo piso, hay una sala espectacular de esculturas, el acervo más importante de obras de Rodin fuera de Francia. Están presentes desde sus primeras obras de influencia académica hasta sus revolucionarias piezas de géneros como el mitológico, el retrato, y su propuesta de fragmentaciones del cuerpo. Otros grandes autores en la colección son Daumier y Carpeaux, su maestro Carrier-Belleuse, sus discípulos, Camille Claudel y Bourdelle, y los artistas que más tarde lo seguirían: Maillol, Pina, Klimsch, Boucher, entre otros. Además de escultores de el gran surrealista Salvador Dalí. (2) 
La obra que más me gusto fue “Alicia en el país de las maravillas” de Salvador Dalí, este bronce dorado fue construido en 1977. Dalí ilustró la narración fantástica del escritor inglés Lewis Carrol, la cual tiene una selección de los temas  que se adaptan perfectamente a los mundos imaginarios que manifestó en su arte. Dalí  eligió su tema por su gran contradicción y confusión. Las manos y el pelo de Alicia son rosas, y su cuerda de salto  un cable trenzado. Ella se encuentra con la confusión del mundo surrealista con la ingenuidad y la lógica de un niño, para salir de este mundo como una adolescente, sin ninguna pizca de inocencia.
Aplique todos los conocimientos que tuve en el semestre y puede ser más crítica y analítica a la hora de estar en el museo y encontrarme con un antecedente de todo lo que estos artistas pensaban, vivían e imaginaban. Fue una experiencia muy enriquecedora y me hizo probarme a mí misma.

(1 y 2): Museo Soumaya